jueves, 23 de octubre de 2014

El cuerpo

“Tu cuerpo es un campo de batalla”

Una batalla que es retratada y fotografiada a lo largo de la historia. Influenciando la manera en la que es visto el cuerpo humano y sus múltiples variantes.
No sólo cambia el mundo de las ideas en torno a el, si no los grandes avances médicos que genero la capacidad de poder catalogar y clasificar cuerpos y enfermedades a atreves de la fotografía medica.
Incluso ciertas vertientes de la fotografía han roto con la moral pre establecida de la forma en la que el cuerpo desnudo debe ser representado.
Se toca el tema de las fotografías de los Zúlues y como estas llegaron a otro extremo completamente diferente y se utilizaban para mostrar “otro mundo” de costumbres y cultura, sobre todo en su vestimenta o la ausencia de ella.
La transición de la fotografía médica o sin intenciones ni fines artísticos también vive una transición al comenzar a colocar en los modelos adornos o fondos, intencional o sin intención comienza a haber una preocupación sobre como se ve la fotografía más allá de un fin técnico.
La fotografía al ser nueva y desconocidas sus capacidades de lo que no conocemos provoca el anécdota que menciona el autor sobre los supuestos jeroglíficos que fotografía en un cerebro, creyendo que estos podían ser pensamientos ocultos o reprimidos.
Al tener un mecanismo de fidelidad con la “realidad” también se comienza a pensar en la fotografía como una herramienta para identificar y fichar a los reos y delincuentes. Como si la fotografía brindara una cierta seguridad de generar una memoria visual de protección, al ver el rostro de un ladrón en los archivos policiales que se hicieron en Francia, se podría generar la idea de que las personas ya tendrían identificadas a quienes pudieran hacerles daño.
La fotografía ha generado cambios y es una búsqueda constante de retratar lo que no es posible ver con el ojo humano, la capacidad de congelar un momento para ser estudiado o también dibujado.
La ruptura que genera la fotografía hacia la idealización que se concebía de la mujer en las pinturas, una mujer en algunos casos enaltecida y perfecta contra la capacidad de retratar con una cámara una imagen mas fidedigna de la modelo.
En relación al cuerpo mutilado, al cuerpo sin vida, la fotografía genero un papel muy importante en la 1era y 2da Guerra Mundial, pues tuvo la capacidad de mostrar con imágenes el alance de ambas y los daños provocados, no es lo mismo leer que un numero indefinido de personas murieron al ver un numero indefinido de fotografías de bajas de la guerra.
Sin embargo también se empezó a hablar de cómo la fotografía no era un método objetivo de representación, pues encuadraba un momento especifico, sacándolo de contexto en ocasiones y que representaba más la visión de quien fotografiaba que la realidad misma.
La fotografía es y seguirá siendo una representación subjetiva de la realidad, y la capacidad que tenemos ahora de representarnos a nosotros mismos y tener una idea más clara y consciente de quienes somos y como somos representados por los demás continuamente.





miércoles, 15 de octubre de 2014

Ruidos de Archivo

La fotografía es la acumulación del pasado visual, provoca una clasificación de la memoria y su inevitable acumulación, Fontcuberta nos menciona el caso de Salamanca y nos hace ver que esta información atraviesa su simple forma tangible y se traslada al mundo de las ideas, de las emociones y de los sentimientos.
La fotografía también ha provocado modificar a la memoria y la ha vuelto visualmente precisa, provocando la pereza del pensamiento y la desconfianza del testimonio hablado.
La fotografía siendo una representación de la realidad (una imagen de ella) congela otra imagen de lo vivido dentro de la mente humana, la imagen de la imagen.
Como todo lo que avanza en el sentido material, se llega a un exceso, a una acumulación, queremos pruebas, queremos saber que es verdad, y para que sea verdad debemos verlo.
Ver una imagen fotográfica aun en la actualidad nos remite a una verdad, una verdad generadora de sombras como lo es la luz que la provoca, la verdad de quién la fotografía, de quien la usa, logrando así moldear los sucesos y modificarlo al antojo, esta modificación de la memoria no lleva a cuestionar quién es el que se fía de ella y de lo que ve. El arte contemporáneo en innumerables ocasiones se ha adentrado en estas acumulaciones, se ha burlado, los ha cuestionado y reproducido.
Fontcuberta nos habla de Schmid, de su postura ante el reciclado de imágenes existentes, pues para el todo ha sido fotografiado ya. Con la exposición que realiza a través de la búsqueda de imágenes encontradas, y que según lo que se estipula son buenas imágenes, no solo habla de la acumulación excesiva que ha generado parámetros del ver bien, si no genera la desaparición del autor, de sus intenciones al crear la imagen y de la forma en la que la imagen por si sola ya no tiene un valor actual, si no el trasfondo que se la da y la justificación que se le adjudica.
¿Qué sucede cuando se modifica por completo la estructura de una imagen fotográfica? En el caso de “Estática” que se menciona en el libro, toca la desaparición total de su intención primordial de un fragmento de realidad que fue congelada, y no necesariamente es no ver nada, es ver diferente, es ver otra cosa que no serían si no existiera el primer objeto que fue modificado. Schmid nos hace ver la riqueza que hay en lo ya existente, en la regeneración del pasado y la dualidad eterna entre la memoria y la desmemoria. Pero para mi lo más relevante de sus procesos y su trabajo es la evidencia pura de cómo la información y la forma en la que nos aferramos a ella nos termina por confundir y dejarnos perdidos en un pasado que no vuelve, mientras llega todo lo demás.








martes, 7 de octubre de 2014

Resumen "El Crepúsculo de las Máscaras"

I

¿Cómo pude tener una cara encantadora y una cara de bestia al mismo tiempo? ¿cómo una fotografía es capaz de convertir a una persona  en un camaleón intencional?
La fotografía juega una paradoja eterna entre la verdad y la mentira, la verdad de quien fotografía, y la posible mentira que se interpreta por quien la mira. El duelo eterno entre considerar una fotografía un elemento artístico o una prueba de un suceso que se atestiguo mediante la imagen.
Al realizar un retrato, si se le conoce a la persona estaremos fotografiando, mirando lo que sabemos de el, imponiendo nuestra propia visión de quien es que le se encuentra frente al lente.
En la actualidad se ha hecho más conciencia de la línea divisoria y por lo tanto separatista entre el autor y su obra, entre quien es y que hizo el autor más allá de su creación artística. Borges seguirá siendo un increíble escritor a pesar de que algunas personas consideren inadecuadas sus tendencias fascistas. Siempre será el otro el que sea fotografiado, siempre será otra mirada la que espera capturar la idea predeterminada de quien es observado.


II

La fotografía es en ciertos casos un sinónimo de admiración, admirar al mundo, ver el mundo con amor, más aún en la fotografía de Lartigue, la capacidad de establecer un vínculo con la cotidianidad y transformarlo en algo bello, en algo único que irradia felicidad, la capacidad de extraer los detalles gratuitos de la vida para enfrascarlos en un instante eterno a través del papel fotográfico. La vida de Lartigue rompe con la creencia de que un niño rico es un niño malcriado incapaz de apreciar las cosas simples de la vida. ¿Qué estímulos visuales obtuvo desde pequeño para establecer el vínculo que refleja en su fotografía? Pocas veces he creído en la casualidad.



miércoles, 1 de octubre de 2014

Sobre la fotografía

Fotografiar es apropiarse de un momento, un instante, es la representación de nuestra mirada contenida en un límite preestablecido de luz.
Mirar fotografías es mirar visiones ajenas, memorias tangibles pero sobre todo visibles, memoria que se almacena, en al caso del álbum familiar, como una forma de constatar que la familia existe, que los momentos de unión se disfrutaron, que acontecieron.
La forma de mirar la realidad como un conjunto de fragmentos e ideales que se buscan alcanzar.
La fotografía hace evidente al tiempo, sus efectos en la realidad, y la forma efímera de la vida. La persona que acabas de fotografiar no se verá igual en 10 años, ni estará viva en 100. La fotografía es lo más cercano a la muerte, puede decirse incluso que es la representación de la muerte, de lo que desaparece, de lo que estuvo y ya no está, de lo irrepetible.
Fotografiar es extraer y al mismo tiempo es suplir una ausencia, ahora al estar al límite de la saturación de imágenes, fotografiar nos da seguridad, una imagen fotográfica ejemplifica la dualidad eterna entre la presencia y la ausencia.
E incluso ahora se marcan pautas de lo que se debe fotografiar, debo fotografiar a mis hijos, debo fotografiar mi boda, mis viajes, mi graduación, los cumpleaños, debo atesorar, almacenar los momentos importantes para poder mirarlos más adelante y recordar tal y como fue.
Nuestra memoria incluso reconstruye nuestra identidad de los primero años de vida a partir de las fotografías que nos tomaron de niños, la fotografía en este caso al mirar el pasado es una expresión de nostalgia, cuando nosotros realizamos las imágenes, estás representan un lugar y un momento preciso en el que estuvimos y quisiéramos volver. La fotografía nos permite mirar por tiempo ilimitado los instantes que fluyen sin esperar el disparador.

Hace 2 meses grabé un video llamado "APOPIACIÓN" en donde cite varios fragmentos del libro Sobre la fotografía de Susan Sontag, adjunto el link:

https://www.youtube.com/watch?v=INjF3fjhO7o