domingo, 21 de septiembre de 2014

Reporte de Lectura "Imaginarios y fotografía en México"

Al llegar la fotografía a México, pasando por los filtros principales (Europa y Estados Unidos) me llama la atención la recurrencia del origen de la fotografía, la cual busca la exactitud de la reproducción de la naturaleza-realidad. A pesar de la que la primera fotografía perdurable sea un paisaje, las imágenes que obtuvieron mayor popularidad en un inicio y que incluso sigue perdurando en la actualidad es el retrato, como lo explica el texto en los primeros párrafos, habla de un cambio en la memoria pues esta se transforma al ser intervenida por imágenes duraderas que establecen un recuerdo tangible y que no cambia, así como la reconstrucción del individuo y su identidad generada por una forma de impregnar su imagen “real” que puede ser observada por el y por los demás por tiempo ilimitado. Me llama la atención también que al principio no se buscara una visión autoral de las imágenes, provocando una sensación de caos y crecimiento desmesurado en la forma en la que se investigaba y se actualizaba mediante nuevas técnicas la imagen fotográfica.
El retrato se colocaba en estuches adornados, dándole a la imagen un valor que la contenía.
La fotografía después sirve también como registro de un evento, sentando la basas para un futuro de la fotografía documental y periodística como lo son las primeras fotografías de guerra en la invasión de México por Estados Unidos, rescatando la línea de las pinturas que representaban una batalla, las cuales debían ser heroicas y mostrar un grado de grandeza, la fotografía de un soldado siendo amputado tras una batalla contiene estos detalles y da esa impresión de sacrificio nacional, más allá de representar una tragedia.
El oficio de la fotografía no podía ser efectuado por cualquiera, la necesidad de saber leer los manuales y tener recursos para adquirir el material necesario para una toma provocaban una división de quienes eran los que fotografiaban y quienes eran los fotografiados y más aún en el caso del retrato quienes podían costear obtener uno.
Algunos fotógrafos tomaban clases de pintura o dibujo, era necesario tener estos conocimientos para poder darle color a las imágenes que eran una exigencia cada vez mayor del publico para lograr una imagen más cercana a la realidad.
Con el avance de la fotografía se comienza a comercializar las cámaras, los materiales, las diferentes formas de fotografía, así como los adornos y los estuches para resguardar la imagen provocando un gran comercio de la imagen, llevando a la fotografía a un límite entre el arte y el comercio.
También comienza a usarse la fotografía como identificación para evitar delincuencia y fichar a ciertos sujetos con comportamientos delictivos, se fotografiaba a los reos con la descripción detallada de sus delitos, sin embargo se cuestionaba desde ese entonces la fiabilidad de la imagen pues la forma en la que posaban los reos y la calidad de la imagen distorsionaban la identificación real del sujeto.
Al mismo tiempo, comienza la búsqueda de la  identidad nacional a través de las imágenes fotográficas, retratando la vida cotidiana y la vestimenta del país por medio de la publicación “Los mexicanos pintados por si mismos”, a diferencia de la pintura en donde se podían seleccionar los elementos que podían representar o no una composición, las fotografías en esta publicación dejaban al descubierto la marginación de los indígenas que vendían en la calle, lo que provoco que no fueran imágenes populares para su venta. También mediante el paisaje urbano se empleo la fotografía como medio para constatar el crecimiento económico (la construcción del ferrocarril). Así como fotografiar construcciones representativas de México.
Es curioso ver que las mejores publicaciones de fotografías sobre el entorno y paisaje mexicano sean de extranjeros principalmente franceses. Se fotografiaban sobre todo las ruinas que rodeaban la ciudad, lo que hace me hace intuir la necesidad del extranjero de constatar lo que desapareció, lo que queda de las culturas antiguas y el contraste que provocan las construcciones antiguas con la modernización de la ciudad que puede decirse, comenzó desde la invasión Europea, una vez más la fotografía sirve como un elemento de prueba de algo que ha sido y ya no es.
Cuando comienza a fotografiarse el entorno cotidiano de las costumbres y vida de los habitantes, la fotografía cambia radicalmente de ser un producto para un cliente específico como lo eran los retratos, a fotografiar eventos más amplios, lo que proponía una apertura de quién sería el comprador y el espectador de ciertas imágenes.
Ante la llegada de Maximiliano y lo que implicaba el regreso de una monarquía extranjera a México, la fotografía sirvió en este caso como acercamiento a las masas de lo que era dicha oligarquía a través de retratos que eran colocados en lugares accesibles al pueblo. Podemos hablar del inicio de las imágenes políticas que se creaban a partir de darle rostros a los futuros gobernantes muy alejadas ya del típico retrato que se podía solicitar a un admirable pintor. Estos retratos además de ser reproducibles eran hasta cierto punto “reales” y mostraban tal y como eran las personas que suponían dirigir el futuro de la nación. Es también la fotografía la que es testigo del desmoronamiento del maximato, existen fotografías de la ropa y del cadáver de Maximiliano, parece ser una necesidad de la fotografía comportase como prueba verídica que da autenticidad a un hecho tan relevante como la muerte de un personaje político.
La fotografía desde sus inicios y en la actualidad aún sirve para constatar hechos y acontecimientos pero sobre todo es memoria visual, y al igual que la memoria intangible es modificable y alterable lo que la convierte también en un medio para expresar, controlar y convencer a quienes la observan que una representación visual llega a convertirse en realidad.




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