miércoles, 15 de octubre de 2014

Ruidos de Archivo

La fotografía es la acumulación del pasado visual, provoca una clasificación de la memoria y su inevitable acumulación, Fontcuberta nos menciona el caso de Salamanca y nos hace ver que esta información atraviesa su simple forma tangible y se traslada al mundo de las ideas, de las emociones y de los sentimientos.
La fotografía también ha provocado modificar a la memoria y la ha vuelto visualmente precisa, provocando la pereza del pensamiento y la desconfianza del testimonio hablado.
La fotografía siendo una representación de la realidad (una imagen de ella) congela otra imagen de lo vivido dentro de la mente humana, la imagen de la imagen.
Como todo lo que avanza en el sentido material, se llega a un exceso, a una acumulación, queremos pruebas, queremos saber que es verdad, y para que sea verdad debemos verlo.
Ver una imagen fotográfica aun en la actualidad nos remite a una verdad, una verdad generadora de sombras como lo es la luz que la provoca, la verdad de quién la fotografía, de quien la usa, logrando así moldear los sucesos y modificarlo al antojo, esta modificación de la memoria no lleva a cuestionar quién es el que se fía de ella y de lo que ve. El arte contemporáneo en innumerables ocasiones se ha adentrado en estas acumulaciones, se ha burlado, los ha cuestionado y reproducido.
Fontcuberta nos habla de Schmid, de su postura ante el reciclado de imágenes existentes, pues para el todo ha sido fotografiado ya. Con la exposición que realiza a través de la búsqueda de imágenes encontradas, y que según lo que se estipula son buenas imágenes, no solo habla de la acumulación excesiva que ha generado parámetros del ver bien, si no genera la desaparición del autor, de sus intenciones al crear la imagen y de la forma en la que la imagen por si sola ya no tiene un valor actual, si no el trasfondo que se la da y la justificación que se le adjudica.
¿Qué sucede cuando se modifica por completo la estructura de una imagen fotográfica? En el caso de “Estática” que se menciona en el libro, toca la desaparición total de su intención primordial de un fragmento de realidad que fue congelada, y no necesariamente es no ver nada, es ver diferente, es ver otra cosa que no serían si no existiera el primer objeto que fue modificado. Schmid nos hace ver la riqueza que hay en lo ya existente, en la regeneración del pasado y la dualidad eterna entre la memoria y la desmemoria. Pero para mi lo más relevante de sus procesos y su trabajo es la evidencia pura de cómo la información y la forma en la que nos aferramos a ella nos termina por confundir y dejarnos perdidos en un pasado que no vuelve, mientras llega todo lo demás.








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